Una casa con la pintura, ya desgastada, no llama mucho la atención, queda al final de una cuadra común y corriente. Pero en realidad es más que una casa, pues dentro de ella yacen cuadros, graffitis y una melodía que trasciende el hecho de que hubo víctimas del conflicto.
‘‘Tatán’’ así pidió que lo llamaran, un hombre robusto, con trenzas, de piel morena, una vestimenta muy relajada y su acento paisa marcado. Aunque quisiese disimularlo, se notaba que era rapero.
Recorriendo la casa que contiene miles de historias y guarda sueños de muchos jóvenes, relata con calma que es lo que contiene cada parte de la casa, pues allí hay desde un estudio para hacer música, hasta un cuarto en el que se prende luz ultravioleta y los cuartos brillan, como si tuviesen vida propia. Terminando el recorrido llega a un cuarto más privado para hablar con más calma.
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CasaKolacho, más que un parche, una comunidad
CasaKolacho contiene una gran historia, resiliencia, conflicto, guerra, odio, pero lo que expresa es lo contrario, amor, paz, tranquilidad, una brisa suave que da calma a pesar de todo lo que pasó apenas unas décadas atrás. ‘‘CasaKolacho viene trabajando desde el año 2013 aproximadamente, pues cabe resaltar que CasaKolacho viene siendo el resultado de varios procesos que hubo dentro del territorio’’ dice Tatán.
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Estos procesos por los que ha pasado CasaKolacho son importantes, ‘‘por diferentes razones o por diferentes circunstancias del mismo territorio, pues varias desaparecieron Y digamos que las personas como que cogieron cada uno su rumbo, por así decirlo’’ a pesar de estas circunstancias y que varios de sus integrantes desaparecieron ellos siguieron firmes.
En el 2009, sin ser constituida con el nombre de CasaKolacho, cuando solo era una idea, sucedió algo que nadie se iba a imaginar.
-Oe Héctor, primo, ojo por ahí, vos sabés que la calle ahorita está muy caliente, vos sabés que debes tener cuidado con los parches con los que vas a ir, vos ya sos como un líder juvenil aquí en la comunidad.
- Todo bien Tatán, vos sabés que yo me cuido de la calle, yo no voy a dejar este proyecto solo.
Sin imaginarlo, las horas pasaron y Héctor no había llegado. Llenos de preocupación en la casa de Tatán, se podía sentir una tensión, había un presentimiento y no era bueno. De repente un sonido rompió la tensión ‘‘riiin, riiin’’ era el teléfono.
-¡¿QUÉ?! ¡¡¿CÓMO ASÍ QUE MATARON A MI PRIMO, NO PUEDE SER NO PUDIERON HABER MATADO A HÉCTOR?!!
Después de esto siguió rondando la idea de CasaKolacho, hasta que fue creciendo cada vez más y dejó de ser un parche y empezó a ser una comunidad. Empezaron a demostrar lo que hacían y después de haber vivido esto, decidieron acoger a los jóvenes, para enseñarles que con el hip hop, podían ser resilientes y mostrar su propia realidad 'Entonces como cumpliendo un sueño o una idea de él, o continuar ese legado, por así decirlo y en el 2010 se creó la escuela. La escuela de hip hop. Ya en el 2013 nace como CasaKolacho pues como tal. Donde prácticamente es obtener un lugar donde poder existir“”, agrega Tatán.
Nos explicaba todo de una manera muy detallada, como si fuéramos uno de los jóvenes a los que les enseñan, aplicando estas maneras de enseñar dentro y fuera del territorio. En la escuela de hip hop enseñan lo principal, pero no todo es práctico, también hay una filosofía, la filosofía del hip hop. ‘‘Los cuatro elementos principales son: El rap, el graffiti, el break, los DJs. Formar chicos, chicas dentro de este movimiento.’ Explica, en ese mismo momento su tono de voz subió pues se notaba que hablaba con más pasión.
Sin embargo, había algo que aún nos quedaba en la cabeza, pues de tantas maneras en las que podían representar esto, decidieron el hip hop y la respuesta fue sencilla ‘‘el hip hop ya no es una subcultura, es una cultura’’. Ahora es una gran expansión en donde un simple ruido se puede volver arte agregando a una base con un bajo y un sámpler, se transforma un movimiento y se transforma una vida llegando aún más allá de un barrio
‘‘Es un movimiento ya a nivel mundial que a donde llega no solamente transforma vida, sino que transforma territorio.’’ Agregó Tatán, bajo 30 grados centígrados, una costeñita en la mano y una sonrisa que generaba calidez y ciertas ganas de seguir escuchando.
Sin embargo, había llegado el momento de hablar sobre las problemáticas de haber escogido este género, pues la persona que hoy es Tatán, primo de Héctor y uno de los promotores de casaKolacho, en algún momento también fue joven y fue rapero, pues el hip hop siempre ha cargado con su estigma.
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Johan, una persona activa, vive en la parte media de la comuna 13. Apasionado por la música, este joven de 17 años abrió la puerta de la calle de manera sutil, para que su madre no lo escuchara, pero uno de los engranajes que tenía la puerta estaba tan oxidado que los esfuerzos fueron en vano, y allí Johan escuchó el grito de su mamá
-¡¡Quiubo Johan!! ¡¡¿Para dónde va ya, ah?!!, no me diga que se va con sus amigos marihuaneros a hacer su dichosa música
-Tranquila pues amá, que nosotros nos guste y hagamos esa música, no quiere decir que somos así
-¡¡sí, claro, hágase el bobo, como yo nací ayer mijito!!
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Al momento en el que CasaKolacho escogió este género para este proyecto había un porqué, pues en todo esto había un objetivo principal en los jóvenes. “Es continuar creando más artistas no solo artistas sino seres humanos comprometidos con el territorio creando dinámicas de que el chico, la chica, el señor, la señora entiendan que uno como persona también es el producto y que el talento propio puede ser tu empresa”, así lo explicó, con una sonrisa que se le marcaba el rostro, todo lo narraba con cierta felicidad, como si no le importara nada másDurante mucho tiempo se vivió con este estigma, sin embargo, con el tiempo este estigma fue desapareciendo y lo que parecía un género violento y agresivo, se fue transformando en un vocero para relatar la realidad de muchos, un género que le dio voz a los que parecían no tener..